domingo, 29 de enero de 2012

La Judería de Segovia: La Leyenda de la profanación y el origen de la festividad de la " Catorcena"

Cuenta la leyenda que en el año 1410 el sacristán de la iglesia de San Facundo contaba con muchas deudas, y fue a pedir un préstamo a un judío médico adinerado de la ciudad.  Éste accedió a prestarle el dinero si a cambio le entregaba una hostia consagrada. El sacristán aceptó y una noche se realizó en cambio (en una calle que hoy se llama del Malconsejo por lo que allí aconteció aquella noche).



El médico se reunió con otros judíos en la sinagoga Mayor de Segovia y decidieron arrojar la hostia consagrada en un caldero de agua hirviendo que tenían puesto al fuego. Pero antes de llegar a rozar el agua, la forma se detuvo en el aire, la sinagoga empezó a temblar y un muro se abrió de arriba a abajo: por allí salió mágicamente el cuerpo de Cristo y sobrevoló toda la ciudad para ir a refugiarse al monasterio de la Santa Cruz
Enterado el Obispo de Segovia de aquel suceso, quiso averiguar la causa del mismo y se iniciaron las investigaciones. El Sacristán confesó inmediatamente su culpa y el médico fue apresado y condenado a muerte. El Rey, Juan II, confiscó la Sinagoga, entregándola al Obispo, quien la consagró inmediatamente al culto cristiano, y llamándola, en memoria de lo que allí sucedió, Iglesia del Corpus Christi, cediéndola a la comunidad religiosa de las Hermanas Clarisas que hoy día continúan allí.
Un cuadro de Vicente Cutanda, con el título de "El Milagro de la Eucaristía", en la entrada de la Iglesia del Corpus Christi, nos relata lo que allí cuenta la leyenda que aconteció.


Convento de Corpus Christi - Milagro de la Eucaristía, de Vicente Cutanda


Desde entonces la ciudad de Segovia celebra todos los años esta fiesta de “La Catorcena” el primer fin de semana de Septiembre, debiendo este nombre a las catorce parroquias que entonces había en la ciudad. Cada año le corresponde a una de ellas realizar los actos  presidida por el obispo y una gran procesión, desde la iglesia correspondiente hasta la iglesia de Corpus Christi. 

La Judería de Segovia: La Sinagoga Mayor o Sinagoga del Corpus Christi

La primera parada en el Itinerario propuesto en la primera entrada sobre la Judería de Segovia es la Sinagoga Mayor o Sinagoga del Corpus Christi, o en la actualidad y desde casi finales del Siglo XV, Convento del Corpus Christi.


El Convento del Corpus Christi, hoy perteneciente a las hermanas Clarisas, fue uno de los centros religiosos de la comunidad judía de Segovia en la época medieval y una de las más importantes de las 5 sinagogas que tuvo la ciudad, pero hoy día, se duda que fuese la Sinagoga Mayor de Segovia, ya que estudios difieren con la Sinagoga de Ibañez que se situaba donde hoy hay un colegio, entre las actuales calle de Martínez Campos y la calle de la Refitolería.


Se cree que fue construída en torno al siglo XIII en estilo mudejar muy parecida a la Sinagoga toledana de Santa María la Blanca, aunque las primeras noticias documentales de su existencia se remontan a 1373. 

Un fatídico incendio en la noche del 2 al 3 de agosto de 1899 destruyó casi por completo el edificio, pudiéndose visitar hoy en día totalmente restaurada, en la que se ha respetado en gran medida su articulación primitiva, conocida gracias a las fotografías y descripciones realizadas con anterioridad a tal suceso. 




La iglesia del Corpus Christi, abrió sus puertas el 7 de septiembre del 2003 después de dos años de obras. Tuvieron que pasar más de cien años para que se volviese a abrir al público el edificio prácticamente igual a como estaba antes del incendio. Y todo ello fue posible gracias a los restauradores que trabajaron durante casi dos años para poder finalizar la obra en el menor tiempo posible.




Se sabe que funcionó como templo hebreo y es citada como tal hasta su confiscación en 1410, y que nueve años después ya estaba consagrada al culto cristiano, nombrada como «iglesia nueva», y en 1428 se la conoce ya bajo la advocación del Corpus Christi.

La sinagoga, como todas las de la España medieval, es una construcción de no muy grandes dimensiones, dado el impedimento en aquellos momentos para sobrepasar en alzado a los templos cristianos, y es erigida en planta rectangular y carente de cualquier elaborada decoración en su exterior. El control y restricciones que la Corona y la Iglesia imponían sobre cualquier nueva edificación o en la reparación de dichas sinagogas condicionaba con frecuencia diversos aspectos referentes a su construcción y emplazamiento. Ya desde mediados del siglo XIII el Papa Inocencio IV había establecido que las sinagogas no podían sobrepasar en altura a las iglesias.
La entrada actual a la antigua sinagoga, se realiza por la plaza del mismo nombre, Corpus Christi número 1, atravesando un típico corral segoviano que forma parte del conjunto del convento de las Clarisas, propietarias del templo. En la confluencia de la plaza con la calle Judería Vieja, coincidiendo con el límite oriental del barrio, estaba la primera de las siete puertas que cerraban la judería tras el decreto de 1480, aplicado a partir del año siguiente.


El edificio destaca por la claridad de sus muros debido a los materiales utilizados para su construcción y su original orientación, hacia el sur, en lugar de hacia el este, hacia Jerusalén, lo que hace pensar a algunos autores que pudo levantarse sobre una mezquita anterior de la época del Califato de Córdoba, y es que Abderramán III quien declaró Córdoba como califato independiente obligó a esta orientación, hacia la capital del Califato. Durante los siglos XI al XIII la sala de oraciones de las mezquitas andalusíes, estaba formadas por tres naves perpendiculares al muro de la qibla, separadas por arcos de herradura o túmidos, y que va a servir de modelo para las iglesias mudéjares toledanas y sevillanas que se erigen de nuevo, y  para la sinagoga de Santa María la Blanca de Toledo y la sinagoga del Corpus Christi de Segovia.


El edificio de planta rectángular está dividido en 3 naves por dos filas de 5 arcos de herradura cada una, aunque se cree que llegaron a ser siete, y en él cabe destacar la belleza de sus capiteles, siendo la central de mayor altura, separadas por pilares, y cubiertas con techumbres de madera. 


Junto a estos grandes arcos de herradura, apoyados sobre pilares octogonales que se rematan en unos bellos capiteles decorados con piñas y rodeos similares a los que hoy vemos en la sinagoga toledana de Santa María la Blanca y que nos recuerda a la decoración de prototipos magrebíes de la época Almohade, se rematan por 40 arcos menores del piso superior, 26 arquillos ciegos, de perfil de herradura unos, alternados con otros pentalobulados, que podían formar la galería de las mujeres  y niños/as, pero en un artículo de Joaquín María Castellarnau publicado en 1844 se explica que dichas galerías habían sido siempre ciegas con objeto ornamental.



  

Por último, la decoración mudéjar del artesonado de la actual iglesia dan idea de las dimensiones del viejo templo judío.


Poco se puede decir de la parte principal de la sinagoga, del Hejal o Arón Ha-Kodesh, donde se custodiaban los rollos de la Torá, pues la zona de la cabecera fue transformada en el siglo XVII al introducirse un presbiterio clasicista de planta de cruz griega rematado con una cúpula. Las yeserías originales, desaparecidas, han sido recreadas utilizando la abundante documentación existente, aunque otro elemento decorativo que no ha podido ser conservado, recorría originalmente el paramento entre los arcos inferiores de la nave central y la galería de los arquilos superiores. Esta ornamentación estaba formada por un friso compuesto de dos cenefas anchas de almocárabes, separadas por otra más estrecha en la arquería de poniente.


Su sala de oración del siglo XIV a la cual se añadieron posteriormente el altar mayor y la zona del coro. En ella podemos encontrar una original mezcla de dos culturas disfrutando de decoración cristiana con diversos retablos dedicados a San Francisco de Asís y la arquitectura de lo en otro tiempo fue una de las Sinagogas de la Judería de Segovia. En la pared del sur, donde en su día estuviera el altar, aparece una grieta, que los Segovianos justifican con la leyenda de un milagro que dio origen a la festividad de la “Catorcena”. 

La iglesia del Corpus Christi  también es querida entre los segovianos por el hecho de que aquí comenzó la revuelta comunera en Segovia.

Plaza del Corpus Christi, 1. 
Tel: (+34) 921 463 429 ó (+34) 921 466 720
De martes tarde a domingo: 10:00-14:00 y 15:00-18:00.
Entrada: La voluntad

domingo, 22 de enero de 2012

La Judería de Segovia

La presencia de la comunidad judía en Segovia surge a partir de la repoblación de la ciudad entre los siglos XI y XII. Al contrario que otras ciudades del Reino de Castilla, que apenas acogían a unas pocas familias, en Segovia surge toda una aljama, un barrio judío comparable a los del Al-Andalus, como Córdoba o Toledo, aunque aquí sus huellas aparecen diluídas por las calles.
La Judería de Segovia  fue siempre una de las más importantes del Reino de Castilla y tuvo su mayor esplendor durante el reinado de Isabel "La Católica". Fueron entonces miembros prominentes Abraham Seneor y Meír Melamed, famosos personajes durante aquel reinado, y muy influyentes en la Corte Real.
Los restos conservados hasta hoy son los correspondientes a la zona delimitada durante el reinado de los Reyes Católicos, a partir de 1481, que comprendía lo que se llamó "Judería Vieja" y una posterior ampliación intramuros, la "Judería Nueva".


Hoy en día se trata un barrio de entramado típicamente medieval situado entre la Catedral y la muralla que da al río Clamores, conservado bastante bien a pesar de que algunas construcciones han desvirtuado un poco su aspecto.


Se sabe que en la ciudad llegó a haber cinco Sinagogas, de las cuales podemos decir que se conserva una que tras la expulsión fue convertida en iglesia y además, sufrió un incendio. También existen algunos restos de otra que fuera Sinagoga Mayor en las paredes de un actual Colegio.


La aljama hebrea se extendía en la zona Suroeste del recinto amurallado, e incluso fuera de la muralla. Aunque la estructura urbana cambió por completo tras la expulsión de la comunidad judía, aun es agradable pasear por las calles de la zona imaginando cómo podría ser la vida en aquella época.

Ver Judería de Segovia en un mapa más grande

El itinerario propuesto se recorrerá empezando desde la calle Juan Bravo con la visita de la Sinagoga Mayor o, en la actualidad, Iglesia del Corpus Christi, siguiendo por la calle de la Judería Vieja hasta la Puerta de San Andrés, visitando durante esta parte la Casa de Abraham Seneor, transformada en la actualidad en el Centro Didáctico de la Judería, y la Puerta del Sol.


Desde la Puerta de San Andrés, se sigue por la Calle del Socorro, recorriendo la "Judería Nueva" y terminando en el Museo de la Ciudad de Segovia para, una vez acabada la visita, bajar hasta el río Clamores, y al cruzarlo, visitar la necrópolis judía de "El Pinarillo", único cementerio judío conservado de la época de los Reyes Católicos.


En posteriores entradas se irán desglosando y explicando cada uno de los lugares que se pueden visitar de esta antigua judería.
Puedes escuchar un resumen de la Judería de Segovia en el siguiente enlace de Destino Sefarad.