miércoles, 11 de febrero de 2015

Judíos en el Valle del Jarama: La Judería de Uceda

Vista del Ayuntamiento de Uceda. Parte de la antigua Cartuja. Plaza Mayor.
Asomada a la cornisa del alto valle del río Jarama, se encuentra la localidad que daría durante un amplio periodo tiempo en la edad media, nombre a las tierras que la circundaban; La villa de Uceda, ahora población reducida, fue junto a la cercana Torrelaguna, una de las poblaciones más importantes de este extremo de la campiña alcarreña. Y es que la historia de esta villa estará siempre condicionada por su  localización geográfica.

Con restos del Paleolítico, de la edad de bronce y de un pequeño segmento de una calzada romana a los pies de la villa, en la llamada cuesta de la  Varga (nombre posiblemente de origen celtíbero de la voz “berg”, altura), se confirma que la villa ya tuvo pobladores por ser un lugar con un amplio control sobre el alto valle del Jarama. De hecho, el mismo topónimo de la villa parece provenir, según algunos historiadores, de la antigua ciudad romana “Vescelia” o “Uscelia”, conquistada por las tropas romanas hacia el 190 a.c. ya que este lugar poseía cierto valor estratégico.

Restos del Castillo de Uceda.
Bajo dominio visigodo, la zona no resalta significativamente, siendo rápidamente conquistada por los musulmanes cuando entran en la Península Ibérica en el 714. Sin embargo, éstos si se interesan de nuevo por su posición, y construyen una fortificación y unas murallas hacia el S. IX., hoy prácticamente desaparecidos y de los que tan sólo quedan vestigios mal conservados. El castillo, al ser inexpugnable por sus lados norte y oeste, que dan al  valle del Jarama y quedando unido al pueblo sólo al este, fue una plaza de difícil conquista por parte de las tropas cristianas durante el avance de los reinos cristianos hacia el sur.

La primera referencia de Uceda aparece hacia el 1040, cuando Fernando I de León conquista su fortaleza cuando lucha contra las tropas musulmanas de otra plaza fortificada como fue Buitrago de Lozoya

Hay autores que afirman que el nombre de la villa de Uceda proviene de Iudea (Judea), debido a la gran cantidad de judíos que vivían en esta localidad durante esta época alto medieval, aunque de momento no está del todo corroborado. Julio Caro Baroja en su libro “Los judíos en la España moderna y contemporánea”, Vol.3, indica que a los naturales de Uceda y de poblaciones cercanas dependientes de esta localidad, se les apoda “judíos”. De hecho hay un pequeño soneto que dice:

Si vas al Cubillo, lleva pan en el Bolsillo.
En Uceda son judíos, las campanas lo declaran,
En el Cubillo tramposos, porque deben y no pagan”.

Lo que sí confirma es que durante mucho tiempo, la población judía fue abundante en la villa de Uceda.

Tras la toma de Alfonso VI de Toledo hacia el 1085, Uceda pasa definitivamente a manos cristianas, y por su posición estratégica, bajo poder directo de los Reyes de Castilla, otorgándoles éstos fuero propio y un amplio control sobre el territorio de la Comunidad de Villa yTierra de Uceda.


La presencia judía en Uceda queda registrada en el Padrón de Huete. De las dieciséis aljamas y juderías que se registran en el espacio al sur del Sistema Central, la judería de Uceda no sobresale como  importante, aunque sí, tal como aclararía Carlos Carrete Parrondo en su obra  «El repartimiento de Huete de 1290», a lo largo de la baja edad media iría adquiriendo mayor importancia, junto a las de Alcalá de Henares, Buitrago o Zorita.

Considerada como Judería menor, es decir, sin rango de Aljama, tributó unos 2.841 maravedíes dando, según palabras de González en su libro “Repoblación de Castilla" , hasta 200 hebreos.

Posiblemente, al igual que en otras partes de Castilla, los judíos de Uceda tenían como principal profesión la del comercio; el tránsito entre uno y otro lado de la Sierra Somosierra, y las vías entre Buitrago e Hita hiceron de uceda un centro un importante de transacciones donde numerosos comerciantes judíos pudieron ubicarse. 

Durante los ataques antijudíos que se produjeron a lo largo de la península en 1391, parece que la judería de Uceda se mantuvo relativamente tranquila, como indica  Gonzalo Viñuales Ferreiro en su trabajo “El pogrom de 1391 en la diócesis de Toledo. ¿Legitimidad, identidad y violencia en la castilla de la baja edad media?“ [3],  debido a la protección que le procuró la Casa del Infantado, ya que Uceda estuvo bajo proteccion de Los Mendoza durante el siglo XIV y XV, como el resto de la provincia de Guadalajara.

Hacia los años 1463 y 1464, Uceda, junto con Alcalá de Henares, Torrelaguna, Talamanca y Mondéjar, tributaban del orden de 800 a 1200 maravedíes y Madoz estima que en el S. XVI, la villa contaría con 500 vecinos, es decir, 2.500 almas. Y hacia el 1474, en el repartimiento realizado por el por Rabí Jacob Aben-Núñez, juez mayor de los judíos y médico del rey  Enrique IV, Uceda contribuye con 800 maravedíes (Amador de los Ríos, Historia, tomo III, pág. 599 y 600). Por lo que todo indica que hacia finales del S. XV la población judía en Uceda habría aumentado considerablemente.

«El aljama de los judíos de Tordelaguna, é sin los judíos de Uceda é Talamanca, mil maravedís. El aljama de los judíos de Uceda, ochocientos maravedís. Los judíos de Talamanca é de Algete, setecientos maravedís. El aljama de los judíos de Buitrago, tres mil é trescientos maravedís. El aljama de los judíos de Alcalá de Henares, sin los judíos que moran en Cobeña, cinco mil maravedís. Los judíos que moran en Cobeña, quinientos maravedís. Los judíos que moran en Madrid, con los judíos que moran en Ciempozuelos, é en Pinto, é en Barajas é en Torrejón de Velasco, mil é doscientos maravedís.»

Llegado el año 1492, los judíos de Uceda y de la Tierra de Uceda se ven forzados o a marcharse del reino de Castilla o convertirse. La mayoría huirían hacia Portugal, aunque muchos otros, tal como lo confirman en los numerosos procesos inquisitoriales de los años siguientes, preferirán la coversión.

En el proceso inquisitorial seguido contra Francisco de Murcia, converso, vecino de Uceda, aparece como testigo de abono un Francisco Pérez, escribano, vecino de Torrelaguna, de unos cuarenta y ocho años, que «no sabe dónde se volvió chistiano porque era chico». Su padre, madre y hermanos se habían bautizado en Torrelaguna, «el mismo año que tos judíos fueron echados de Castilla».

En otro proceso, este contra Diego de Acosta, otro vecino de Uceda, figura: mujer de Sebastián de la Vega, vecino de Uceda, que tenía un hermano en Torrelaguna «christiano nuevo de judio» y que en 1492, «su madre fue con ellos a Cartagena para desde allí salir fuera de España, pero allí se bautizaron todos».

También hay documentado el hecho de que un judío de la villa de Uceda y que huyó de la persecución de la Inquisición, tenía en propiedad más de 300 mulas, comerciaba directamente con portugueses, y hacia Portugal huyó desde la zona.

Por último, hay que resaltar que una de las figuras más veneradas de Madrid, SantaMaría de la Cabeza, María Toribia, fue oriunda de Caraquiz, (otros autores la localizan en la cercana villa de Cobeña) y de origen judeoconverso a finales del siglo XI o principios del XII. Parece que sus primeros años vivió en Uceda hasta la muerte de sus padres, en la que se trasladaría a Torrelaguna a vivir con unos parientes.

Zona donde se ubicó en la edad media el entramado urbanístico intramuros de Uceda.
En cuanto a la localización de la población judía en Uceda, no hay o, de momento, no se han encontrado restos arqueológicos que den pie a localizarla. Tampoco hay constancia de sinagoga o carnicería que diesen servicio a la comunidad. Es posible que la comunidad habitara el arrabal de la villa, es decir, viviera extramuros durante la baja edad media, lo que hoy en día ha dado lugar al entramado urbanístico de la villa.

Calle de San Juan. Zona del Arrabal y actual zona urbana de Uceda.
 

Bibliografía:

[1] Las juderías medievales en la provincia de Guadalajara. Francisco Cantera y Burgos, Carlos Carrete Parrondo
Sefarad: Revista de Estudios Hebraicos y Sefardíes, ISSN 0037-0894, Año 33, Nº. 1, 1973 , págs. 3-44
[2] La Inquisición de Torquemada. Secretos íntimos / Isidore Loeb, H. Graetz, Fidel Fita
[3] El pogrom de 1391 en la diócesis de Toledo. ¿legitimidad, identidad y violencia en la castilla de la baja edad media? Gonzalo Viñuales Ferreiro. Universidad Rey Juan Carlos

[4] Judíos y conversos de Torretaguna (Madrid) en tiempos de la expulsión. Enrique Cantera Montenegro. Universidad de Madrid.
[5] «El repartimiento de Huete de 1290», en Sefarad, XXXVI, (1976), p. 127. Carlos CARRETE PARRONDO
[6] “Los judíos en la España moderna y contemporánea”, Vol.3 Julio Caro Baroja en su libro
[7] Gentilicios españoles. Tomás de la Torre Aparicio y José de la Torre
[8] Santa María de la Cabeza, única santa nacida en la provincia de Guadalajara (Carquiz, Uceda), de origen judeoconverso. Teresa Díaz Díaz

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