lunes, 16 de abril de 2012

El Arrabal de Mojácar

La antigua Murgis-Akra griega o Muxacra árabe destaca desde la lejanía con su color blanco, erguida sobre una ladera de una de las colinas de Sierra Cabrera, vigilando el valle del río Aguas. El trazado árabe de sus calles empinadas, estrechas y laberínticas nos devuelve a su esencia morisca. Musulmanes, judíos y cristianos vivieron en este pequeño pueblo del levante almeriense durante siglos. 



Sin embargo, la existencia de una comunidad judía en esta población, podría incluso ser mucho anterior a la de esta convivencia medieval, y es que los Fenicios y Cartaginenses llegaron a tener mucha presencia, y, como se ha sugerido, los judíos pudieron llegar a estas costas con estos comerciantes. 




La entrada natural a la ciudad, se hacía, antes de que se construyera una calle que bordeaba al municipio por su parte septentrional, por la Calle de la Fuente, encaramándose zigzagueante por la colina, hasta llegar a la antigua Puerta de la Ciudad o de la Medina, la única puerta que poseía el antiguo recinto amurallado erigido en el siglo XVI, tras el gran terremoto que asoló la zona, sobre otro anterior que partía desde el castillo, hoy ya desaparecido, y en el que en su lugar hay hoy un mirador.



La puerta que se conserva en la actualidad está formada por un arco de medio punto sobre el que se sitúa el escudo de Mójacar, con un águila bicéfala, por la lealtad de la villa a la dinastía de los Austrias durante la guerra de las Alpujarras y con la leyenda siguiente: “La muy noble y muy leal ciudad de Mojácar, llave y amparo del Reino de Granada". Adosada a la antigua puerta, se conserva la antigua estancia del cobro de “impuestos de puerta”, la Casa del Torreón, del siglo XVIII.




Fuera de la zona amurallada, y cobijada entre el barranco y la ciudad, de espaldas al mar y cara a la montaña, se sitúa el Arrabal, donde posiblemente habitara la comunidad judía de Mojácar.







Los motivos por lo que numerosos historiadores han llegado a esta conclusion es debida fundamentalmente a que ninguna de las cinco iglesias que existieron en Mojácar se hallaba en este barrio extramuros, y no a la existencia de algún yacimiento o edificio, pues hasta el día de hoy no se ha hallado vestigio alguno de la comunidad hebrea en esta localidad.

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La villa de Mojácar, que tuvo su mayor importancia durante el Califato de Córdoba, se situó durante toda la alta edad media como zona limítrofe entre los reinos de Castilla y el Nazarí de Granada
En 1435, tras una incursión cristiana en la zona, se sometió la ciudad a un largo, aunque no continuo, asedio, teniendo la población que dedicarse casi en exclusiva a la actividad bélica. Con fecha de el 10 de junio de 1488, los líderes de la región acordaron atacar a las fuerzas cristianas, aunque alcaide de Mojácar, Mosaqar Alabez, se negó a participar, teniendo en cuenta que su pueblo ya era español, tal como puede leerse en una placa en la fuente pública al pie de la ciudad:

Yo soy tan español como vos cuando llevamos los de mi raza mas de setecientos años de vivir en España nos decís que nos marchemos. Yo no hice nunca armas contra los cristianos, creo justo pues que se nos trate como hermanos, no como enemigos y se nos permita seguir labrando nuestra tierra.y añadió: Yo antes de entregarme como un cobarde, sabré morir como un español”. 

El Capitán Garcilaso, mandado a la zona para presionar al reino Nazarí desde el norte, regresó a Vera y contó a los reyes la entrevista, quienes otorgaron la confianza a Mojácar que se mantuvo fiel a su palabra y vivió como una ciudad más de la España cristiana. Fue en la “Fuente de la Mora “donde se realizó la histórica entrevista en la que se establece un pacto de convivencia entre cristianos, árabes y judíos y la capitulación de la ciudad dos días más tarde, un 12 de junio de 1488, entregándole el Alcaide de la ciudad al Capitán Garcilaso.



Está documentado el hecho de que los moros fueron expulsados de Mojácar, incumpliéndose la palabra dada por los RRCC desde el mismo momento de la entrega de llaves. Se les permitió marchar a Africa, o establecerse en Turre, Teresa y Cabrera, donde fundaron comunidades mudéjares. Mojácar fue repoblada con cien familias cristianas procedentes del reino de Murcia. No se tiene constancia que la población judía fuese expulsada hasta el 1492.

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