La
Judería Alcalaína llegó a contar también con su cementerio. La ubicación de
este osario aún no está muy clara. Hay autores que lo sitúan en el actual
Parque de O’Donnell, mientras que otros lo situan en los alrededores de la
ermita de San Isidro o en lo que se llamaba «eras de afuera» o «eras de San
Isidro», al noroeste de la ciudad de Alcalá y junto al cauce que traía agua de
Villamalea, y del sobrante de la fuente del Caño Gordo al foso de la muralla en
la Puerta de Mártires, antes conocida como de Guadalajara.
La
única certeza documental al respecto se encuentra en un testimonio
inquisitorial (1547) en el que dos testigos, Pedro Manuel y Francisco de
Hormero, mayores de 70 años, atestiguan que "[...] los judíos tenían un onsario
de media legua en largo, donde se enterraban".
De
vuelta al barrio judío, y a la calle Mayor, debemos resaltar dos edificios, uno
junto al otro, relacionados indirectamente con la presencia judía en la
peníncula: El Hospital de Antenaza y la Casa Natal de Miguel de Cervantes.
El
Hospital de Antezana, fue erigido por iniciativa del noble caballero Luis de
Antezana en el año 1483. La fundación de
nuevos hospitales a partir de mediados del siglo XIV tiene como finalidad
básica conseguir el aislamiento de los miserables, a transeúntes enfermos y
ancianos. El edificio, ejemplo de arquitectura mudéjar, está rematado en su
fachada por un bello alero nazarí, con sus dobles canecillos inclinados y muy
volados, semejante al de la cárcel de la Santa Hermandad en
Toledo. En este hospital se cree que trabajó Rodrigo de Cervantes, cirujano y
padre del insigne autor alcalaíno, y de origen converso.
La
construcción de este Hospital en pleno corazón del Barrio Judío no está muy
claro, pero una de las posibles razones, pudo ser el afán que tenían las
autoridades eclesiásticas de conseguir el máximo número de conversiones al
catolicismo entre la población judía.
El otro edificio de mención es el Museo Casa Natal deCervantes, donde según la tradición, se sitúa en el inmueble donde nació el
escritor. Este edificio recrea distintas estancias de una casa típica de los
siglos XVI y XVII. El museo dedica también dos de sus salas a la exposición de
su colección bibliográfica, que cuenta con algunas de las ediciones más importantes
de la obra de Cervantes, curiosidades y rarezas bibliográficas.
La última parada importante de la visita a la judería de Alcalá es el Museo Arqueológico de la Comunidad de Madrid, donde se recogen piezas de los distintos yacimientos arqueológicos de la región. Contiene una pequeña y no muy importante colección de algunos utensilios utilizados en rituales judíos de las distinas juderías de la región, en especial de Madrid.
Por último, no podemos dejar la ciudad de Alcalá, sin mencionar a su universidad. La Universidad Complutense, o en la
actualidad de Alcalá de Henares y el Colegio Mayor de San Ildefonso fueron
fundados posteriormente a la expulsión de los judíos en 1492, por el Cardenal
Cisneros en 1498, pero sin embargo, si está si está relacionada con el mundo
judío porque conversos como Alfonso de Zamora o Pablo Coronel, hermano de Abraham Seneor, llegaron a dar clases
en ella.
Aquí se creó la primera cátedra de Hebreo en una universidad de la
mano de Alfonso de Zamora que promovió el estudio de esta lengua y creó la
primera Biblía Políglota impresa en el mundo, la Biblía Políglota Complutense, con la ayuda del lingüista Alfonso de Alcalá.
Otras personalidades de origen converso
fueron Pedro de Lerma, que consiguió la cancillería de la Universidad otorgada
por el Cardenal Cisneros, o Antonio de Nebrija, autor de la primera gramática
Castellana.
De entre los judíos célebres
de Alcalá, destacaron hombres como el escritor Menahem Ben Zerah (1368) o el
historiador, Isaac Abravanel (siglos XIV-XV).
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