De la gran villa medieval que fue Hita, hoy queda prácticamente poco, algún vestigio de la muralla (en parte restaurada), y una zona del casco urbano. La villa ha padecido siglos de abandono y destrucción; el antaño gran castillo del Marqués de Santillana fue abandonado, al igual que la zona alta del cerro que domina la población y el valle del Henares, y que tuvo, por así decirlo, su remate final durante la Guerra Civil, en la que además, prácticamente el resto de la villa fue arrasada durante los duros enfrentamientos que aquí tuvieron lugar.
La zona de Hita, y en especial su cerro, que domina todo el valle del Henares desde Jadraque hasta la misma capital Alcarreña, tuvo presencia romana, donde instalaron un puesto de vigilancia que controlaba la via que unía Mérida (Augusta Emérita) con Zaragoza (Caesara Augusta), y que sería la misma que pasaría por Toledo (Toletum), Alcalá de Henares (Complutum) y Guadalajara (Arriaca).
Durante la dominación árabe, parece que la torre vigía es ampliada, pero no se sabe con seguridad si esta lo fue a un alcázar. Es presumible que durante la dominación árabe ya existiera cierta población judía.
En el año 1085 Hita pasa a formar parte de la Corona de Castilla tras su conquista por parte de las tropas de Alfonso VI, siendo en este momento en el que se refuerza la fortaleza para evitar las ofensivas musulmanas. Es a partir de esta época bajomedieval en el que Hita alcanza su mayor apogeo y una gran diversidad de población, en la que conviven tanto cristianos, como judíos y musulmanes.
Es además en esta época en la que el mercado lanar de Hita comienza a ser el más importante de la comarca, y una de sus principales fuentes de riqueza junto con la de producción vinícola, estando ambas actividades económicas en manos judías[1]. Es por esta razón, que prácticamente parte de la población judía se asentara en las inmediaciones de la plaza mayor o plaza del mercado (en la actualidad, Plaza del Arcipreste).
Es la plaza de la villa de Hita otro claro ejemplo de plaza porticada, donde, como hablamos en la judería de Alcalá de Henares, durante la edad media, la zona superior se utilizaba como vivienda, y la inferior como taller o comercio, dejando los soportales como zona para el mercado para evitar las inclemencias del tiempo.
La población judía no estaba ubicada en un barrio, sino que al igual que en otras poblaciones, se hallaba entremezclada con la población cristiana y morisca[1]. Existen documentos que evidencian que judíos fueron propietarios de casas en la Plaza Mayor o del Mercado, junto al Adarve y puertas de Hita (Hoy de Santa María) y de Molina, la Calle Real, la Calle nueva y en las inmediaciones del Barrio de San Pedro (junto a la iglesia del mismo nombre).
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La importancia de la villa y su floreciente comercio es tal que Pedro I instala en el Castillo de Hita uno de sus puestos de recaudación de impuestos a cargo del judío Samuel Ha-Levi, el mismo que mandaría construir en Toledo la magnífica Sinagoga que hoy es conocida como Sinagoga del Tránsito.
Otro vestigio del paso de los judíos por la villa de Hita, son las numerosas cuevas-bodegas excavadas en la ladera del cerro de Hita, o llamadas aquí popularmente, bodegos, que aun persisten, y que además, vienen a confirmar la actividad económica que alrededor del vino, sostenía esta población [1].
Estos Bodegos recuerdan por su disposición y número de habitáculos en los que están divididos, a otras de similar naturaleza que existen en localidades como Arnedo (La Rioja), Guadix (Granada) u otras muchas poblaciones españolas. En la actualidad es posible visitar uno de estos Bodegos, reservando previamente.
Por último, cabe destacar que aunque no existen huellas perceptibles en Hita sobre su pasado judío, aparte de los Bodegos, hay documentación que indica que en la villa pudieron existir hasta dos sinagogas.
A raíz de la expulsión de 1492, Hita perdió una pequeña parte de su población, aunque un buen número de judíos "aceptó" su conversión al cristianismo, o parte de ellos volvieron de Portugal conversos. De entre ellos sobresale la familia de los Baquex [1].
Una última parada en Hita nos lleva irremediablemente a mencionar al Arcipreste de Hita. En la actual Casa-Museo del Arcipreste de Hita, recreación de una casona típica de la villa, además de estar el punto de información turística, se puede visitar una museo de con una interesante colección de piezas arqueológicas desde la prehistoria, hasta el medievo.
Bibliografía:
[1] Revista Sefarad. "La Judería de Hita". Cantera Burgos, Francisco. Nº 32. Año 1972. Pág. 249-305
Agradecer a K.S su inestimable ayuda y colaboración para obtener fuentes documentales, sin la que esta entrada no hubiera sido posible.
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