jueves, 23 de febrero de 2012

La Judería de Segovia: Por la Judería Vieja (II)


Al finalizar la visita en la Casa de Abraham Seneor, es aconsejable salir por la parte trasera, por la puerta que da a la calle de Santa Ana, para poder dejarse sorprender por lo intrincado de la calle y la típica arquitectura segoviana, retrocediendo en el tiempo y teniendo una imagen casi clara de como podría haber sido la aljama del S. XIV.


La calle de Santa Ana, según se sale hacia la izquierda, desemboca en la calle de El Sol junto a la Puerta del Sol, a través de un cobertizo, construcción muy típica de los reinos musulmanes y que tienen como máximo exponente a Toledo. Si caminamos hacia la derecha, para proseguir la visita de la Judería vieja, llegaremos a la plazuela del Rastrillo, y desde la Calle de San Frutos prodemos ver la imponente imagen de la Catedral de Segovia. Siguiendo hacia un ensanchamiento de la calle, alcanzamos la plazuela de los caños, confluencia de las calles Barrionuevo y Martínez Campos, donde muchas casa de judíos humildes se transformaron durante los siglos XVI y XVII en mansiones y palacetes.




Es en esta zona de la judería vieja donde se encontraba la llamada Sinagoga del Campo, lindando ya con la calle de Martínez Campos, en la zona conocida como Corralillo de los Huesos, cuyo nombre proviene de la existencia de varias carnicerías judías y que ha quedado integrado en la ampliación de la residencia estudiantil de las Jesuitínas que existe entre esta calle, la calle de la Refitolería y la Plaza de San Geroteo. 
Se conoce la existencia de este lugar de culto por un documento fechado en el reinado de Enrique IV deCastilla por el que Elvira, mujer de Diego Arias, hace entrega al maestre Samaya, físico de Enrique IV, varios enriques de oro, para la sinagoga del campo que a la sazón se obraba en Segovia.


Tras la conversión en iglesia de la Sinagoga Mayor o del Corpus Christi, pasó a denominarse Nueva Sinagoga Mayor.
Unos días antes de la expulsión de los judíos, fue adquirida por el Cabildo Catedralicio, y unos años más tarde (1506-1507) pasó a ser propiedad de la Familia Ibañez, hasta casi el siglo XX. Sufrió muchas modificaciones en el S. XVIII, dividiéndose durante este tiempo la finca en una casa principal y cuatro accesorias. Por el nombre de la familia propietaria, pasaría a conocerse la Sinagoga como Sinagoga de los Ibañez. Fue en 1920 cuando la finca se vendió en pública subasta, al Instituto Religioso Hijas de  Jesús, al cual sigue perteneciendo.


La Sinagoga del Campo o de los Ibáñez, se trataba de un templo de una sola nave. Aún conserva unos arcos con yeserías, y a finales de los años 80 el descubrimiento de los restos del un baño ritual (mikvé), confirman el origen como sinagoga del edificio, aunque, desafortunadamente su visita está muy restringida.



Otros edificios de la Judería Vieja, sólo conocidos por documentación y crónicas, son dos Madrazas o Escuelas Rabínicas y un horno que se encontraba también junto a la Sinagoga del Campo, al lado de la Puerta de San Andrés. Su existencia no aparece documentada hasta después de la expulsión, cuando su nuevo propietario, el monasterio jerónimo de Santa María del Parral mantiene un pleito en el que se ve involucrado el edificio.


Bajando ya por la Calle de Martínez Campos, observamos como vamos bordeando la muralla, de piedra caliza, que es también la más utilizada en el románico segoviano de la ciudad. Casi llegando al final de la calle, una empinada escalera adosada a la Muralla nos invita a subir y a acceder al Espacio Informativo de la Muralla y al interior de la Puerta de San Andrés, en el antiguo cuerpo de guardia, donde, por medio de diferentes paneles, se da una imagen más amplia sobre el recinto amurallado que protege la parte alta de la ciudad de Segovia, pudiéndose, además, acceder al adarve (unos 300 m. practicables) desde donde se contemplan magníficas vistas del barrio de la judería Vieja y la judería Nueva y de la arquitectura militar medieval de la ciudad así como del Pinarillo, donde está la necrópolis hebrea que se extiende al otro lado del Valle del Clamores.


Fue la Puerta de San Andrés el principal acceso a la Aljama Segoviana durante los siglos XIII y XIV, desde el exterior de la ciudad, y además, salida hacia el cementerio del Pinarillo.



La Puerta de San Andrés (O del Socorro, por la imagen que se colocó de la Virgen del Socorro, ya que durante mucho tiempo, fue habitual la constumbre de colocar imágenes de santos o vírgenes no sólo como protección ante ataques enemigos, sino también ante enfermedades como la peste), es una de las tres puertas que se conservan de la Muralla, y ésta es la más monumental y la que muestra un aspecto más acorde con su diseño defensivo. Aparece documentada ya en el 1120, aunque su aspecto de arco de medio punto sujeta en dos torres, una de planta cuadrada y otra poligonal, con saeteras y almenas, es consecuencia de las obras de remodelación efectuadas durante el reinado de los RRCC y posteriormente por el Emperador Carlos V. Es importante destacar que la Puerta de San André fue declarado Monumento Histórico-Artístico en 1931, 10 años antes que la muralla. 



Centro Informativo de la Muralla Puerta de San Andrés Calle de Martínez Campos s/n. informacion.muralla@turismodesegovia.com Tel.: 921 46 12 97
Sábados – Domingos de 11:00 – 14:00 h. y de 16:00 – 19:00 h.
General: 1,50 € - Reducida: 1,00 € (niños a partir de 5 años, estudiantes
menores de 25 años y jubilados mayores de 65 años con documentación acreditativa y grupos a partir de 20 personas).
Jueves gratuito. 
Existe un bono de entrada conjunta Puerta de San Andrés y Centro Didáctico de la Judería. Precio 2,00 €

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