lunes, 13 de agosto de 2012

La Judería de Alcalá de Henares (II)

La Judería Alcalaína llegó a contar también con su cementerio. La ubicación de este osario aún no está muy clara. Hay autores que lo sitúan en el actual Parque de O’Donnell, mientras que otros lo situan en los alrededores de la ermita de San Isidro o en lo que se llamaba «eras de afuera» o «eras de San Isidro», al noroeste de la ciudad de Alcalá y junto al cauce que traía agua de Villamalea, y del sobrante de la fuente del Caño Gordo al foso de la muralla en la Puerta de Mártires, antes conocida como de Guadalajara. 


La única certeza documental al respecto se encuentra en un testimonio inquisitorial (1547) en el que dos testigos, Pedro Manuel y Francisco de Hormero, mayores de 70 años, atestiguan que "[...] los judíos tenían un onsario de media legua en largo, donde se enterraban".
De vuelta al barrio judío, y a la calle Mayor, debemos resaltar dos edificios, uno junto al otro, relacionados indirectamente con la presencia judía en la peníncula: El Hospital de Antenaza y la Casa Natal de Miguel de Cervantes.

El Hospital de Antezana, fue erigido por iniciativa del noble caballero Luis de Antezana en el  año 1483. La fundación de nuevos hospitales a partir de mediados del siglo XIV tiene como finalidad básica conseguir el aislamiento de los miserables, a transeúntes enfermos y ancianos. El edificio, ejemplo de arquitectura mudéjar, está rematado en su fachada por un bello alero nazarí, con sus dobles canecillos inclinados y muy volados, semejante al de la cárcel de la Santa Hermandad en Toledo. En este hospital se cree que trabajó Rodrigo de Cervantes, cirujano y padre del insigne autor alcalaíno, y de origen converso.
La construcción de este Hospital en pleno corazón del Barrio Judío no está muy claro, pero una de las posibles razones, pudo ser el afán que tenían las autoridades eclesiásticas de conseguir el máximo número de conversiones al catolicismo entre la población judía.


El otro edificio de mención es el Museo Casa Natal deCervantes, donde según la tradición, se sitúa en el inmueble donde nació el escritor. Este edificio recrea distintas estancias de una casa típica de los siglos XVI y XVII. El museo dedica también dos de sus salas a la exposición de su colección bibliográfica, que cuenta con algunas de las ediciones más importantes de la obra de Cervantes, curiosidades y rarezas bibliográficas.


La última parada importante de la visita a la judería de Alcalá es el Museo Arqueológico de la Comunidad de Madrid, donde se recogen piezas de los distintos yacimientos arqueológicos de la región. Contiene una pequeña y no muy importante colección de algunos utensilios utilizados en rituales judíos de las distinas juderías de la región, en especial de Madrid.


Por último, no podemos dejar la ciudad de Alcalá, sin mencionar a su universidad. La Universidad Complutense, o en la actualidad de Alcalá de Henares y el Colegio Mayor de San Ildefonso fueron fundados posteriormente a la expulsión de los judíos en 1492, por el Cardenal Cisneros en 1498, pero sin embargo, si está si está relacionada con el mundo judío porque conversos como Alfonso de Zamora o Pablo Coronel, hermano de Abraham Seneor, llegaron a dar clases en ella. 


Aquí se creó la primera cátedra de Hebreo en una universidad de la mano de Alfonso de Zamora que promovió el estudio de esta lengua y creó la primera Biblía Políglota impresa en el mundo, la Biblía Políglota Complutense, con la ayuda del lingüista Alfonso de Alcalá


Otras personalidades de origen converso fueron Pedro de Lerma, que consiguió la cancillería de la Universidad otorgada por el Cardenal Cisneros, o Antonio de Nebrija, autor de la primera gramática Castellana.
De entre los judíos célebres de Alcalá, destacaron hombres como el escritor Menahem Ben Zerah (1368) o el historiador, Isaac Abravanel (siglos XIV-XV).

viernes, 10 de agosto de 2012

La Judería de Alcalá de Henares (I)

La presencia de judíos en Alcalá de Henares está documentada desde el año 1118, año en el que las tropas cristianas del Arzobispo de Toledo, Bernardo de Sedirac, conquistan el Alcázar musulmán de Al-Qal'a Nahar y todo el valle de su influencia, aunque presumiblemente, como en otras ciudades de la España musulmana, ya contaría con una cierta población judía. Hasta el 1492, Alcalá de Henares tendría la judería más extensa de lo que en la actualidad es la Comunidad de Madrid (por delante de la de Madrid o la de Chinchón) y sería de las más notables de Castilla, ya que algunos estudios cifran la población judía en unas 5.000 personas.
Durante el dominio cristiano, la ventaja que supuso la protección que ofrecía el Obispo de Toledo, con la aplicación de las mismas leyes e iguales derechos a la la población judía residente en la ciudad Complutense que a la población cristiana, así como el respeto a los ordenamientos de Alfonso VI , atrajo a muchos judíos de otras regiones, que vieron en Alcalá de Henares una ciudad próspera donde ejercer su profesión, comercial fundamentalmente. 


Es de destacar que el Fuero Viejo equipara a los judíos con los cristianos e intenta que se asienten en Alcalá. La legislación española medieval fue la más generosa en el trato a los judíos, legislación inspirada en la "Constitutio" de Inocencio III. En cuanto a su convivencia en la ciudad, destacamos que tenían derecho de propiedad sobre bienes muebles e inmuebles. Y en cuanto a su relación con los cristianos, los judíos no podían mantener amistad ni convivir con ellos. Eran protegidos personales de la monarquía y también de los arzobispos. De ahí la libertad de movimientos que tenían para su actividad mercantil e incluso para viajar. Así podemos encontrarnos en Alcalá con judíos provenientes de Sevilla, Córdoba, Toledo o Zaragoza.

Unos siglos más tarde, en 1348, durante el reinado de Alfonso XI, y tras el Sínodo de Zamora, los fueros de Alcalá se vieron afectados negativamente con respecto a las leyes que afectaban a los judíos, perdiendo gran parte de esta privilegiada situación.
Hacia el año 1474, la judería de la ciudad llegó a contar con unas 111 familias, población muy inferior a la que tuvo allá por los siglos XIII y XIV. Sin los judíos que moraban en Cobeña, en el repartimiento hecho en 1474 por Rabí Jacob Aben-Núñez, juez mayor de los judíos y médico del rey Don Enrique IV, la población judía de Alcalá contribuyó con 3.300 maravedíes. Utilizando el padrón de judíos de Talavera de la Reina (Toledo), Fernando Suárez cifra la población judía de Alcalá de Henares en 1477-1478 en 336 vecinos pecheros, lo que daría lugar, empleando un coeficiente de 5 miembros por familia, a una población total de 1.680 judíos.



La ciudad de Alcalá de Henares que creció junto al río donde se estableció la anterior ciudad romana, estuvo cercada por una amplia muralla que cerraba la ciudad durante todo el medievo y que recogía a los tres grandes barrios en los que se dividía la ciudad: El barrio Cristiano ocupando todo el norte y este, el Judío al oeste de la plaza de la Picota y de la morería o la Almanjara, al suroeste, cerca de las vegas del Henares. La judería abarcaba una zona en forma de cuadrilátero, incluyendo la cabecera inmediata de las calles de Escritorios, la totalidad de la calle Mayor, y parte de la de Santiago, y cuyo límite podía decirse que estaba en la calle Segovia, hoy desaparecida, que unía las citadas calles con la puerta de Burgos.



En la actualidad, el Ayuntamiento de la Ciudad de Alcalá de Henares ha señalizado este y los otros dos barrios medievales con el objetivo de recuperar nombres o recuerdos plasmados en viejos documentos y en el urbanismo heredado de la Ciudad Medieval. Las 21 placas que  la forman se diferencian por el color, por el símbolo de la cultura que representan (la media luna, la cruz latina y la menorah) y por las tipografías árabe y hebrea de los Barrios de la Morería y Judío.




Según queda atestiguado por documentos de los siglos XV y XVI, en la muralla existió un postigo o puerta, llamada de los judíos, situado cerca de la calle del tinte, antes de llegar a la actual plaza de Atilano Casado. Otros autores, sitúan el postigo de los judíos, siguiendo longitudinalmente la plaza de Cervantes hacia el norte, localizándola en la Calle de Santiago a la altura de la actual Iglesia. Hoy días, del lienzo de la muralla sólo queda un segmento que va desde la puerta de Guadalajara junto al Palacio Arzobispal, hasta la puerta de Madrid (reconstruida), y aún así, esta parte de la muralla, aunque sigue el trazado de la original, es una reconstrucción del S. XVI.



El Barrio judío, como ya hemos mencionado, se situó entre las actuales calles de Santiago y Escritorios formando una especie de rectángulo, con su eje principal en la Calle Mayor desde la actual Plaza de Cervantes (en aquellos tiempos fuera de la muralla y lugar de mercado y corso) hasta la Plaza de la Picota (actual plaza de los Santos Niños), verdadero corazón de alcalaíno en la edad media. Sobre la calle Mayor iban a dar numerosos adarves o callejuelas con acceso a patios vecinales. 



La Calle mayor conserva aún la función comercial que tuvo durante la eda media, con una distribución que hoy en día todavía se sigue conservando, el comercio o taller abajo, y la residencia encima, formando un auténtico monumento urbano, por la longitud de la calle y por la estructura de soportales. Esta disposición permitía sacar las mercancías a la vista del público y al mismo tiempo protegerlas de las inclemencias del tiempo. La lista de oficios de tipo artesanal o comercial a los que se dedicaron los judíos es muy amplia: prestamistas, plateros, encuadernadores, latoneros, tejedores, carniceros, etc. 


Ver Judería de Alcalá de Henares en un mapa más grande

Las cartas de censo de la iglesia colegial sitúan también a los judíos viviendo en la calle de los Escribanos, en la calle Esparterías, en la calle de Maestro Pedro, en la calle del matadero y en la de los Roperos.



Los judíos de Alcalá, según documentos, contaron con carnicerías, dos sinagogas y un cementerio. En cuanto a las carnicerías, un cartel a la altura de la calle Nueva, nos recuerda la existencia de que al menos una de ellas estuvo ubicada entre  la Calle Mayor y la de Santiago.



La ciudad de Alcalá tuvo dos Sinagogas, la Mayor y la Menor. La Sinagoga Mayor se situaría en lo que hoy se conoce como Corral de la Sinagoga o de la Xinoga, entre los números 35 y 36 de la calle Mayor, frente al Hospital de Antezana, con salida hacia el nº 10 de la calle del Carmen Calzado.


 



El sábado 7 de Agosto de 1395 “dentro de la sinoga mayor de los judíos desta dicha villa”, estando allí en oración “larga gent de los judíos” de Alcalá, ante notario y testigos, “parescio y en la dicha sinoga Maestro Pedro, Fesico de nuestro señor don Pedro, Arzobispo de Toledo” y mostró e hizo leer carta de éste del 12 de Mayo anterior nombrando a dicho físico “nuestro Alcall e Juez mayor” de todas las aljamas judías del Arzobispado y ordenando a éstas que por tal le reciban. Don Abraham aben Xuxén y otros 17 judíos obedecen la carta pero ofrecen ciertos reparos, mientras gran parte de los otros judíos presentes manifiestan a grandes voces su conformidad con la carta del prelado y su disentimiento de la respuesta de Abraham aben Xuxén" (Don Ramón Santa María,  Edificios hebreos en Alcalá de Henares, BRAG, XVII, 184.189).


La Sinagoga Menor estuvo emplazada entre los números 18 y 22 de la calle de Santiago, junto a lo que más tarde pasó a ser el convento de Capuchinos, convertido hoy en el restaurante "La Cúpula".